Había una vez una niña llamada Beatriz, que si no fuera por las letras le habría gustado mucho ir a la escuela.
Disfrutaba haciendo dibujos y cantando. Ademas en la escuela tenia montones de amigos y amigas, pero las letras siempre les parecía de mal gusto y se lamentaba porque eran muchas.
Un dia a la hora del almuerzo le sirvieron un delicioso plato de sopa.
¡Ojala tuviese alas para salir volando por la ventana! exclamo asombrada y con cara de asco, removió la sopa, jugo un poco con la cuchara y finalmente saco una letra.
Era la " J "
tiene forma de gancho, pensó extrañada.
Luego tomo otra letra. Pero esta vez no atrapo una fueron dos: la " M " y " N ".
¡Oh! las miro un poco aturdida. ¡ahora he sacado montañas!
Y luego de la letra M y N siguió la letra " I ". Era la única que le perecía simpática.
¿Que sera la " I "?...Un lápiz, imagino emocionada.
Y así poco a poco, Beatriz termino comiéndose una a una todas las letras del abecedario.
La " O " fue la pelota y la " F " un peine roto, y la " S " la cola de un cometa.
La "A" fue la ultima que cayo en la cuchara.
Beatriz vio con sorpresa como la primera letra del abecedario. le decía adiós. Y ese día por primera vez en su vida, Beatriz descubrió que en realidad, las letras no tenían mal sabor.
colorin colorado a Beatriz las letras le han gustado.
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